Vuelvo a empezar, pero nunca de cero.

Escribo un blog para dejar constancia y que cualquier persona pueda leerlo. Estoy haciendo historia.

Mi historia es la de un fracasado que se negó a serlo. Pasé de chico rellenito a veinteañero alto y atlético, de chico atlético a ganador, y ahora, quiero pasar de ganador a guardia civil.
Miro a mi alrededor y solo veo desolación. Personas de 50 años hartos de un trabajo monótono, ahora angustiadas porque ni siquiera tienen uno, personas mayores desahuciadas y no es ninguna broma lejana que se ve por la tele, lo veo a diario, en mi barrio, en las calles. Y lo que mas veo son jóvenes recién salidos de una carrera o formación superior, con ilusión, con ganas, gente muy válida que acaba de terminar una formación con mucho esfuerzo y a la que solo se le plantea una solución. Marcharse. Y es que en esta vida hay que hacer lo que sea necesario, cuando sea necesario.

Y por eso yo tomaría una decisión. No viviría en desolación, no sería una persona harta de su trabajo, con ganas de jubilarse, pedir la baja. No sería uno de esos enfermos crónicos arrepentidos de cómo han vivido su vida ni una de esos desconocidos fallecidos en accidente un día cualquiera, cuando iban a trabajar cansados de su vida.
Conseguiría mi sueño,  viviría para ayudar a los demás, haría de mi vida laboral un servicio a la sociedad, a mi muerte, habría dejado las cosas mejor de cómo las encontré. Sería y seré guardia civil.

No sé si seré guardia este año, no sé si seré guardia el que viene. Pero sé que seré Guardia Civil. ¿y por qué?, porque he tomado una decisión, y tomar una decisión implica renunciar a cualquier otra posibilidad que no sea la que tú has decidido hacer realidad. 

Nada mas por hoy, buenas noches.